Artigo em espanhol do jornalista argentino Ernesto Rodriguez III que autorizou a publicação pela Best Swimming tratando do aumento absurdo de 766% na previsão orçamentária para a realização dos Jogos Olímpicos da Juventude em Buenos Aires, Argentina, 2018.

LOS JUEGOS PARA CHICOS TIENEN NÚMEROS MUY GRANDES

Dentro de un año, a estas horas, se estarán inaugurando en el Obelisco los terceros Juegos Olímpicos de la Juventud, la máxima competencia planetaria Sub 18. Olímpicos Argentinos comienza una serie de investigaciones para poner en perspectiva a Buenos Aires 2018. En la primera entrega, un alarmante análisis a los costos que ya se multiplicaron por cuatro y llegarían a 9.000 millones de pesos, un 766% con respecto a la propuesta hecha en 2013 por Mauricio Macri y Gerardo Werthein.

El 4 de julio de 2013, un verdadero Dream Team daba saltos de alegría en la sede del Comité Olímpico Internacional (COI) en Lausana (Suiza). Todo era abrazos en el grupo que encabezaban Mauricio Macri (por ese entonces, jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires) y Gerardo Werthein (presidente del Comité Olímpico Argentino, COA). La Reina del Plata le había ganado en la pulseada a Medellín y Glasgow para albergar los Juegos Olímpicos de la Juventud (YOG, por su sigla en inglés) a celebrarse en 2018.

En la foto oficial con el belga Jacques Rogge (presidente del COI por esos tiempos), además del tándem de empresarios puestos a la función pública se sumaron Agustín Pichot (el exrugbier, de zapatillas blancas y sin corbata, había sido vital exhibiendo su poder de lobby), Claudio Morresi (secretario de Deporte de la Nación puesto pour la galerie para demostrar que entre el líder PRO y el gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner había algún acuerdo) y la Leona Florencia Habif (participante de la primera edición de los YOG en Singapur 2010).

En el sueño personal de Werthein (uno de los empresarios que más creció en la Década Ganada) de albergar en Argentina una cita multideportiva, Macri fue una pieza clave. En los 15 minutos de fama olímpica que tuvo la delegación argenta, el Ingeniero prometió ante los 102 miembros presentes organizar unos Juegos sustentables, sin excesos que costaran “solo el 1% del presupuesto anual de la ciudad”.

El plan original (escondido con celo de la prensa pero que puede verse en este link) explicaba que los Juegos se harían con la base del “Corredor Olímpico” (la frustrada apuesta menemista por conseguir los JJ.OO. 2004 utilizando la franja de clubes y espacios verdes que se extiende en las cercanías del Río de la Plata, desde Puerto Madero, pasando por los bosques de Palermo hasta la General Paz) y se agregarían nueve emplazamientos existentes. Como gran inversión, y fiel a lo que fue un caballito de batalla de la gestión de Macri en la Ciudad, se urbanizaría una porción del Parque Roca en la región Sur y se levantaría allí una pista de atletismo. El presupuesto operativo se calculaba en u$s 104,69 millones; además se presentaba un plan de gastos adicional por u$s 126,4 millones para alzar el complejo habitacional de los deportistas (al que se prometía relocar a los pobladores de la Comuna 8 tras la competencia), lo que hacía una cuenta total de u$s 231,09 millones, una torta intermedia entre los u$s 170 millones que calculaba la candidata colombiana (con infraestructura heredada de los Odesur 2010) y los u$s 441 millones que pretendían dispensar los escoceses.

Ante los miembros del COI, el task force de Macri y Werthein, informó en su presentación oficial que, a la hora de hacer los números finales en 2018, el total gastado por la comuna de Buenos Aires sería de $ 1.040 millones ya que se comprometieron a que en la Argentina hubiera un dólar cotizando en ese momento a $ 4,50. La propuesta exhibía absoluta candidez o una terrible falacia: en aquel mismo jueves 4, mientras el secretario de Comercio Guillermo Moreno mantenía a capa y espada un dólar oficial a $ 5,36, el Blue (el valor del dólar que movía el compás de la producción nacional, con un aumento de casi un 25% en los primeros 185 días del año), se cambiaba a $ 7,95 y en franca tendencia alcista ya que cerraría 2013 tocando los diez pesos. Es decir, en los hechos, el presupuesto prometido por Mauricio & Gerardo casi se había duplicado antes de que se bajaran del escenario del Palais de Beaulieu lausanés.

De regreso a CABA, se generó la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) Juegos Olímpicos de la Juventud, un joint venture entre el COA y la Ciudad que actualmente tiene a Santiago Mancini como titular por parte del gobierno PRO y a Leandro Larrosa (la mano derecha de Werthein) como CEO del Comité Organizador. En los siguientes cuatro años nunca se publicó ni se presentó el business plan o el organigrama de actividades a los ciudadanos que debían soportar con sus impuestos la mayoría de los gastos que generaran los Juegos. De manera espasmódica, eligiendo con cuidado los canales de comunicación, se fueron dando a conocer por parte el cambio de rumbo, las modificaciones de las locaciones y las novedades de fondo. Así, con respecto al plan original de 2013, sólo cuatro deportes conservan a la fecha su sede original; el plan de urbanización en Villa Soldati cambió de objeto (ya no será para los pobladores menos favorecidos de la zona sur sino que se proyecta como un negocio inmobiliario global), y hasta se pidió un crédito de u$s 160 millones a la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) para eventuales gastos.

Todos estas mutaciones se hicieron sin demasiada publicidad. Y, a medida que el proyecto mutaba, las cuentas engordaban aunque sin publicar aún cuál será el gasto final. El presupuesto de la Ciudad proyectó en 2014 un gasto operativo de $ 10.787.175 para los YOG 2018, cifra que subió de manera exponencial a $ 297.190.24 en 2015. Con la llegada de Horacio Rodríguez Larreta a la Ciudad, el nuevo Plan Plurianual 2016/2019 generó una notable modificación en el proyecto del UPE Juegos Olímpicos para autorizar aumentos en los dispendios. La canilla de plata oficial se abrió a chorros y desde las arcas públicas se derramaron $ 1.217.690.417. Número que quedó chico este año, ya que hay dos partidas oficiales: una destinada a obras por $ 2.035.559.214 y otra, el llamado Programa 73, que reserva $ 470.868.696 del erario público para diversos gastos organizativos. Hasta aquí la cifra dispensada por el gobierno de CABA se eleva a $ 4.032.095.840, casi cuatro veces más que lo que se había comprometido el ahora presidente de la Nación cuando era Lord Mayor porteño, sin contar que los antecedentes de otras sedes demuestran que el año de realización de los Juegos es el de gastos máximos.

¿Hasta cuánto avanzará la cuenta? Hace dos semanas, Werthein ofreció una conferencia de prensa en la casona recoleta del COA en la que sin dar grandes detalles afirmó que el presupuesto global alcanzaría los u$s 450 millones, dividido en tres módulos. “Hay uno de u$s 190 millones, otro de u$s 80 ó 90 millones. Y el tercero, por la Villa Olímpica, de u$s 170. El COI aportará u$s 15 millones; el resto lo pagará la Ciudad”. Si se dan por buenas las palabras de quien manejó los destinos de Telefónica Argentina, La Caja y Cachamai, y se cree en las previsiones del Proyecto de Ley de Presupuesto 2018 que sitúan al dólar en una línea cercana a los 20 pesos, la cifra que insumiría Buenos Aires 2018 llegaría a $ 9.000.000.000, un aumento del 766% con respecto a la propuesta hecha por Macri y Werthein en Suiza. ¿Será ese el número final o las cifras serán mayores?

ERNESTO RODRÍGUEZ III
@EPHECTO

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