A brasileira/espanhola Duane da Rocha anunciou sua aposentadoria das piscinas na semana passada. Aqui publicamos uma entrevista (em espanhol) que ela deu ao melhor site da natação espanhola www.nataccion.com em trabalho de Juan Perez.

Duane da Rocha: “No quería retirarme detestando la natación”

Una de las nadadoras españolas con mayor talento, Duane da Rocha, anunció hace unos días su retirada definitiva. Dos veces olímpica, aún plusmarquista nacional de 100 y 200 espalda en corta y de 200 espalda en larga, la malagueña ha tomado la decisión tras varios meses de reflexión. Su último gran golpe fue el título europeo de 200 espalda en 2014. Año y medio después se desplomó anímicamente debido a una depresión de la que habla sin prejuicios, como han hecho en los últimos años otros grandes deportistas de distintas disciplinas. En esta entrevista habla de su última etapa en activo, la que le llevó a sus segundos Juegos Olímpicos (2016) en medio de una situación personal compleja y angustiosa. Da Rocha ha salido reforzada de la profunda crisis que vivió y afronta con entereza e ilusión el futuro.

Te retiras recién cumplidos los 31 años. ¿Por qué?
Ya había perdido la ilusión y la motivación. Me apetece afrontar una nueva etapa en mi vida después de tantos años vinculada a la natación. Hay una cosa que tenía claro, y es que quería dejar la natación sin detestarla, llevándome los mejores recuerdos, que han sido muchos. En este sentido, había entrado en una etapa delicada y cada vez me costaba más todo. Por eso decidí que era el momento de dejarlo.
¿Cuándo tomas la decisión?
Pasé una etapa muy difícil que comenzó antes de Río 2016. Problemas personales, de pareja, que no supe gestionar bien. Me vine abajo y tuve que recurrir a especialistas y a tratamiento. Pero cuando realmente pensé que ya no me encontraba cómoda y con ganas de darlo todo por la natación fue después del Europeo del año pasado. Ahí sentí que se acababa. Aun así, encontré la ayuda del Bidasoa XXI pero me costó mucho activarme. No estaba convencida de cumplir el reto de clasificarme para Tokio 2020.
Cuando hablas de momentos difíciles y especialistas supongo que te refieres a una depresión…
Sí. No sé en qué grado pero sí… Todo esto vino antes de Río 2016. Incluso dejé de entrenar porque no estaba bien, pero con ayuda y tratamiento pude hacer la mínima para los Juegos. Fue una etapa convulsa porque tenía una relación de pareja que dejamos, luego nos reconciliamos y lo volvimos a dejar después del Open 2016. Tenía una gran dependencia emocional que no supe llevar. Al clasificatorio olímpico llegué con muy pocas semanas de entrenamiento y fue una gran sorpresa conseguir la mínima en las eliminatorias (2:09.82). La gente hablaba de que podía batir el récord de España, pero la verdad es que una vez conseguida la mínima me vine abajo, como si me hubiera quedado exhausta mentalmente. Por la tarde ni siquiera gané la final, acabé segunda (2:10.64). Luego no tenía ganas de ir a los Juegos. Había perdido la ilusión.
Pero el año pasado fuiste a los Juegos del Mediterráneo y también fuiste convocada para el Europeo…
Sí. Encontré en la natación la vía de escape. Yo llegué a achacar a la natación parte de mis problemas psicológicos, pero entendí que no era así y me refugié de nuevo en la piscina. Me propuse unos objetivos y los cumplí en los Juegos del Mediterráneo, que además me abrieron la puerta del Europeo.
Leyendas como Michael Phelps, Grant Hackett, Ian Thorpe, Missy Franklin han pasado por momentos muy angustiosos, depresiones, adicciones, y lo han contado con naturalidad…Uno se pregunta si es sano mentalmente el deporte de competición…
Cada uno lo vive de una manera. Hay gente que tiene la cabeza más dura y otros somos de una manera diferente. Yo, por ejemplo, nunca he sido la deportista ideal en este sentido. De pequeña no tenía suficiente autoestima; no me valoraba. He tenido bastantes bajones. En los peores momentos de mi enfermedad no me apetecía hablar con nadie, me ponía a llorar enseguida; me encerraba en mi cuarto con la persiana bajada. Llegué a tener pensamientos oscuros y empecé a tener miedo.
Xavi Casademont [entrenador del centro de tecnificación andaluz] me dijo una vez que tú tenías más condiciones que Mireia Belmonte…
Me lo han dicho varias veces, pero las condiciones no son lo principal. Mireia tiene una cabeza impresionante, y esto al final es lo que cuenta.
Dices en una reciente entrevista que en 2017 te denegaron una beca en el CAR de Sant Cugat…
Sí. Sabían cómo estaba, que lo había pasado mal, pero no me la quisieron dar con un argumento que finalmente era falso. Decían que no era del equipo nacional y lo cierto es que varios becados no lo eran. No sólo me la denegaron, sino que me invitaron a retirarme ofreciéndome un trabajo de monitora. No era eso lo que yo quería ni pedí. Quisieron ayudarme a su manera. No me sentí valorada. Finalmente me ofrecieron una beca externa que rechacé.
Toda la vida dedicada a la competición y una vez retirada se abre un futuro incierto. ¿Tienen apoyo los olímpicos españoles?
Poco. La verdad es que salgo con una mano delante y otra detrás. El Consejo Superior de Deportes (CSD) tiene algún programa de ayuda, pero no es suficiente.
¿Has descuidado los estudios?
Totalmente, pero es que no es fácil. Hay gente que sabe compaginar la natación con los estudios, pero en mi caso no he sabido porque he dado el 100% en la natación. Cuando hago algo lo doy todo.
¿Alguien del entorno federativo te guiaba para que estudiaras?
Recuerdo que Paul Wildeboer me reñía en la Blume cuando me saltaba las clases pero también te regañaba cuando no entrenabas bien. Lo principal era la natación. Mi madre hizo hincapié en que terminara el Bachiller. Me costó lo mío pero finalmente pude acabarlo.
¿Has dependido excesivamente de las becas?
Cobré beca ADO de 2010 a 2012 y de 2014 a 2016. Luego he tenido becas de clubes.
¿Qué planes profesionales tienes?
Estoy en ello. Tengo el curso de azafata de vuelo y estoy organizando mis dos campus de natación en Cantabria y Canarias. Ahora se abren nuevos frentes y tengo que decidir por dónde tiro.
¿Qué consejos les darías a los jóvenes?
Que disfruten al máximo de la natación y se marquen sus propios objetivos, sin dejarse influenciar por el entorno.
¿Por qué empezaste a nadar?
Hice muchos deportes. Mi madre no quería que estuviera en casa sin hacer nada y probé y compaginé varios deportes hasta que entre los 8 y10 años ya me centré en la natación.
¿Cómo te gustaría que se te recordase en el mundo de la natación?
Como alguien positivo que disfrutó al máximo de la natación y siempre trató de ayudar a los demás.

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